martes, 5 de febrero de 2008

Palabras propias: La serpiente de dos cabezas

La semana pasada explique como yo veía la influencia de la energía espiritual dentro de los seres y como se manifestaba en cada uno de una forma diferente, en esencia, bestia y mente, el día de hoy voy a hilar un poco mas fino en lo que respecta a la bestia y la mente, que son por decirlo así, los componentes que están mas en conflicto en la naturaleza, debido a que interactúan al mismo tiempo en los individuos que cuentan con las dos.

Cada nivel de la clasificación de los seres tiene características que resultan ser, a final de cuentas, acumulativas, si vemos, los seres instintivos también cuentan con su propia estructura de materia, al igual que los seres simples y sus organismos también tienen respuestas físicas y químicas involuntarias sin las cuales no pueden sobrevivir, pero además de las características que se pueden considerar propias del nivel anterior, como ya había explicado antes, los seres instintivos cuentan con su conciencia de si mismos y su bestia que les impulsa en sus necesidades.

Al igual que la relación entre los seres instintivos y los simples, los seres racionales contamos con las características de el nivel anterior a nosotros, los seres instintivos, esto nos lleva a pensar que en nuestro interior existe una Bestia que representa la parte de nosotros que busca la satisfacción de nuestras necesidades, además de nuestra mente, que es la manifestación de nuestro ser racional, de nuestros pensamientos y de nuestra formación a lo largo de la vida.
Es aquí donde podemos sentirnos como una serpiente de dos cabezas, la una que nos impulsa a la vía primitiva, que solo busca el auto conservación y la otra que es más pausada en sus juicios y que es capaz de contextualizar, ver más allá de los factores que tenemos enfrente. En esencia se podría pensar que la existencia de la Bestia es innecesaria, que es solo un reflejo de nuestro ser anterior, pero la realidad es muy al contrario, ocupamos tanto de la Bestia como de la Mente, tanto de la razón como de nuestros instintos, porque la contradicción de estos dos es lo que realmente equilibra nuestra balanza.

La Bestia le representa a los seres racionales su nexo con la materia, con lo que puede percibir con sus sentidos, ya que la Mente funciona principalmente desde un punto de vista abstracto y conceptual, mientras que de la Mente provienen las ideas, de la Bestia provienen las acciones, y es que debemos recordar que aunque con nuestra mente podamos viajar a lugares insospechados y podemos construir un mundo completo, es nuestra Bestia la que nos permite mantener esa Mente, la que nos guía de esos planos a las realidades que podemos percibir.

El instinto es algo innegable, no podemos realmente suprimirlo, así que lo mejor que como seres racionales podemos hacer, es encauzar esta Bestia para que cumpla los objetivos que realmente necesitamos que cumpla, conocer las consecuencias de nuestros actos y ver en cuales de ellos podemos seguir nuestro instinto y en cual obedecer nuestra razón, el simple hecho de renegar de nuestros instintos es negarnos a ser seres de este plano de realidad, lo cual es una completa paradoja, ya que estaríamos negando nuestra existencia para afirmar nuestra existencia, un circulo vicioso del que resulta difícil salir.

Como seres racionales, tenemos conciencia de nuestro entorno, por lo tanto es nuestra responsabilidad las acciones que hagamos con este entorno, ya que podemos alterarlo con conocimiento de causa, la mejor forma de lograr equilibrarnos con nuestro entorno es equilibrar el poder de la serpiente, antes de que una de las cabezas decida comerse a la otra, destruyendo ambas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Luego de leer esta entrada Josito he entendido la parte que no me encaja: la Bestia. La palabra "bestia" por sí sola causa un rechazo y repulsión. No estoy de acuerdo con usarla en esa descripción tan humana de la que hemos hablado en este tema (hemos suena a manada xD). Para mí es mejor decir Bestia = Cuerpo y Mente = Alma. Igual has dicho que a pesar de no creer en Dios, si crees en el alma de la persona, pues eso es más acorde con la descripción de cada parte que has dicho, de cada cabeza.

También me niego a hacer una analogía con una serpiente u.u suena terrible e inhumano, prefiero verlo como la persona con dos personalidades (un gémenis por ejemplo) me permite apreciar mejor esta analogía.

Saludos Josito xD

a@a.com dijo...

Yo como ya te comente en respuesta a anteriores artículos que has publicado (XD) no estoy de acuerdo en que la complejidad humana se pueda explicar en una simple dualidad.

Pero es el primer paso para entendernos a nosotros mismos.